2012-10-05

MINISTRO DE DEFENSA



Siguiendo con las curiosidades que nos da la política española, una de armas.
Erase una vez un comerciante de armas cuya empresa fabricaba bombas de
 racimo que vendía, entre otros, al gobierno de su país. Y resultó que
 su país firmó un convenio internacional contra esas bombas, que dejó
 de comprar. Entonces el comerciante denunció al gobierno por dejar de
 comprar esas armas (supongo que habría un contrato con la empresa
 fabricante que le comprometía a unas compras con sus correspondientes pagos).
 Y resultó que hubo un cambio de gobierno, y el nuevo presidente tuvo
 la ocurrencia de nombrar como ministro de Defensa a dicho comerciante
 de armas: ¿alguien lo puede mejorar? Ahora el comerciante,
 transmutado en ministro, pagará a su antigua empresa la indemnización
 correspondiente, un pellizquito de 40 millones de euros.
 PREGUNTA: ¿de qué país y de qué época son estos hechos? ¿del quinto
 mundo? ¿de un pasado oscuro? La respuesta a continuación.
 El Ministro de Defensa de España pagará 40 millones a su antigua
 empresa por prohibir las bombas de racimo
  Pedro Morenés, ministro de Defensa, fue consejero de la
 empresa de fabricación de armamento Instalaza entre 2005 y 2007.
 Después ocupó el puesto de representante hasta el 4 de octubre de
 2011, según recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil.
 Instalaza fabricaba bombas de racimo.
 El 31 de octubre de 2011, el diario Cinco Días reveló que
 Instalaza había decidido recurrir a los tribunales para pedir que el
 Gobierno le indemnizara con 40 millones de euros en concepto de
 desagravio por la prohibición del uso, almacenamiento y fabricación de
 las bombas de racimo en España como consecuencia de la firma del
 Tratado de Dublín. Sin embargo, esta empresa ya había anunciado en
 mayo de 2011, cuando Morenés era su representante, que pediría una
 compensación económica al Ejecutivo en concepto de "daño emergente y
 lucro cesante".
 Hoy sabemos que Instalaza venderá la deuda a una tercera
 empresa que a su vez la revenderá y finalmente el Ministro pagará
 diciendo que no es su empresa la que cobra. El dinero saldrá de los
 impuestos de todos, naturalmente. Nuestro dinero pagando bombas que
 mutilan a niños. Porque las submuniciones esparcidas por las bombas fabricadas por Morenés tienen un rango de fallo de entre el 5% y 30%,
 por lo que pueden quedar bombas enterradas sin explotar siendo
 peligrosas tiempo después de terminada la guerra. Especialmente para
 los niños por sus formas llamativas, como pelotitas de tenis o latas
 de refrescos. Porque es así como las camufla la empresa del Ministro.
 ¿De verdad no había en todo el país otra persona que pudiera
 ser Ministro de Defensa?

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