2012-06-10

PUCHERAZO

En España nunca les han gustado los resultados electorales que ha habido en el Pais Vasco. Eran tantas las ganas que tenían de que ganasen otros, que arrastraban decepción tras decepción. Luego inventaron un pucherazo, y parte de la gente no podía votar a su partido y ahora que eso se les ha terminado, pues tienen otra brillante idea. Que voten los que alguna vez han estado en el país vasco, y por "presuntas coacciones" han tenido que abandonarlo. ¿Realmente están hablando en serio?
¿Cómo cojones se controla eso? Juan Kruz Lakasta nos pone varios ejemplos en su columna de ayer.

Fiesta de la democracia

La presidenta foral, Yolanda Barcina, ve con buenos ojos la propuesta de que cualquier persona que haya estado empadronada en Navarra durante una temporada pueda votar en las elecciones de ésta nuestra comunidad. El grupo de expertos formado por el Gobierno del PP que se está ocupando del tema dice que es muy difícil demostrar quién se ha ido por razones políticas y quién no, y que por lo tanto es mejor hacer tabla rasa. Quizás habría que ir más allá. La condición de haberse inscrito en el padrón puede ser muy injusta. Un ejemplo palmario: José Antonio Camacho no llegó a empadronarse, pero tuvo que marcharse a China por razones políticas. Evidentemente, debería tener derecho a votar. Podría darse el caso de que otros entrenadores y jugadores de Osasuna hubiesen sufrido la misma presión, sin denunciarla a los cuatro vientos como hizo el de Cieza. Así las cosas, por si acaso, todos los exentrenadores y exjugadores rojillos deberían disfrutar de la posibilidad de participar en la fiesta de la democracia navarra. Es probable que haya aficionados que hayan abandonado el Sadar por la misma causa: el recibo de un partido de Osasuna contratado en Pay Per View debería ser acreditación suficiente ante cualquier mesa electoral foral. Pero, ¿por qué limitar el derecho a voto a los amantes del balompié?, ¿por qué no extenderlo, por ejemplo, a los amantes de la tauromaquia? La presidenta Barcina manifestó en una entrevista concedida a la perla de papel de Prisa que las peñas son del entorno de la violencia. Y más de un torero y más de dos se niegan a venir a la monumental pamplonesa por la presión de las peñas. Todos los toreros y subalternos del universo mundo deberían poder ejercer el sufragio activo en nuestra tierra. Incluso el pasivo: ari, ari, ari, El Formidable lehendakari. Bien pensado, ¿por qué va a poder votar cualquiera que haya vivido en Navarra una temporada, y no cualquiera que lleve a Navarra en su interior siempre? Quien haya cocinado utilizando como guía un libro de cocina de Angelita Alfaro ha paladeado el sabor de Navarra. Y lo ha ingerido. Lleva a Navarra dentro. Y, por lo tanto, debe poder votar en la versión externa de su patria interior: presentar un libro de recetas de Angelita Alfaro con manchas que demuestren que ha sido utilizado también debería bastar para poder votar. Al igual que presentar una botella vacía de pacharán Zoco, pues quien bebe pacharán Zoco bebe esencia de Navarra, lleva a Navarra en sus entrañas. Ojo: no se me escapa que ironizar sobre una cuestión tan sensible como el drama de quienes han tenido que emigrar por razones políticas y amenazas violentas raya el mal gusto. Pero me parece de mucho peor gusto intentar utilizar ese drama, ese dolor, para perpetrar un tremendo pucherazo

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